El cielo de Madrid

De Madrid al cielo, sí pero pasando por esta capa de polución. La contaminación, el cambio climático son cosas que están ahí pero que no las hacemos demasiado caso quizás por el hecho de que se pueden estar empezando a sentir pero no son algo tangible. Y esto? Yo lo he visto y me he asustado realmente. Porque entre otras cosas eso nos lo estamos tragando cada día. Luego hay más alergias, más asma, más cáncer... y nos sorprendemos. Estamos respirando mierda diariamente, demasiadas pocas cosas nos pasan.
Y qué hacemos? Lo primero que piensa uno es en los coches, cada día cientos de coches inundan las calles, todos o la mayoría con una persona por vehículo. La alternativa debería ser el transporte público, pero seamos realistas, está fatal. Si el metro de Madrid funcionase como es debido, no se parase, no se colapsase... seguro que mucha gente dejaba el coche en casa.
Debemos intentar poner todos algo de nuestra parte, pero está claro que aunque el ayuntamiento de Madrid diga que la contaminación es baja o media eso no es así. O no me quiero imaginar como es la contaminación alta.

Autoevaluación

Cada vez que cogemos el coche es la misma canción, nos damos cuenta de la cantidad de chapuzas que hacemos cuando vamos al volante.

Cuántas veces vemos lo mal que aparca la gente por ejemplo? Alguien ha pensado más allá y se le ha ocurrido lo siguiente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/11/07/catalejo/1194455121.html

No es una mala idea. No hace falta que venga el poli de turno a ponernos una multa (de esas recaudatorias que hacen tan poca gracia) para que nos demos cuenta de que estamos haciendo las cosas mal. Y no sólo con el aparcamiento, sino con la conducción, porque desde dentro del coche hay veces que no nos damos cuenta.

Quizás si nos autoevaluásemos unos a otros como conductores se acabarían algunos de los problemas del tráfico en España (o a ver si entre todos conseguimos economizar el espacio de aparcamiento, cuando vayamos al trabajo se agradecerá)

Nostalgia del ayer

Todos los que pasamos del cuarto de siglo pertenecemos a esa vieja escuela. Cada mes me llegan un par de correos nostálgicos haciendo apología de la infancia de los nacidos en los 70/80.

Pero es que es cierto, yo veo la infancia que tienen los niños ahora y me entra una tristeza enorme. Los niños de hoy apenas tienen infancia. Pierden la inocencia demasiado pronto. A qué edad deja un niño de hoy en día de jugar con sus juguetes? Es más, algún niño juega con sus juguetes? Un juguete no es la play ni el muñeco interactivo de turno. Los juguetes son los que teníamos nosotros. Los playmobil por ejemplo. Podías construirte un mundo imaginario, con tus reglas, con tus historias, y podías jugar horas y horas solo o acompañado, pero siempre con el aliciente de que ese juego te aportaba algo, movías tu imaginación. Nada de violencia, nada de pilas... quizás por ello nos gustaba jugar y aún hoy nos apetecería hacerlo. De ahí que los coleccionistas de ese tipo de juguetes, que no llegan al calificativo de antiguos o clásicos, sean cada día más. Feria de la Barbie, del Playmobil... Hagamos un uso práctico de esa melancolía y ya que los niños de ayer seremos los padres del mañana intentemos dar a los niños una infancia. Pero una de verdad.

Están locos estos americanos

No tengo palabras para describir el impacto que me ha supuesto este vídeo.

Parece gracioso, pero si nos paramos a pensar... esta gente es la que decide quién es la persona más poderosa del planeta!!

Ahora me lo explico todo.

Eres mi angelito

Puede que este sea el homenaje que nunca te brindé y que hasta ahora no había hecho por falta de fuerzas, pero aquí en mi habitación, a miles de kms de toda la gente que quiero me he puesto melancólica y te echo tanto de menos.

Te fuiste hace mucho, demasiado tiempo, pero aunque hubiese sido ayer, sería demasiado. No pasa un día en que no necesite hablar contigo, a veces lo hago, pero nunca me contestas. No te lo reprocho, porque si estuviera en tu mano sé que me escucharías como siempre hacías. Y ahora sé que lo haces, pero necesito tanto escuchar una respuesta, escuchar tu voz...

Pero esto intenta ser un homenaje a ti, no un lamento. "Caridad significa amor" y es tan cierto que las estrellas se conjugaron en aquel sombrero. Siempre hiciste honor a tu nombre, y no lo digo yo, ya que mi opinión no es nada objetiva en este caso, sino en el de todos los que te conocieron. Siempre estabas para todo el mundo, siempre eras la última. Por eso tus amigos sinceros se contaban a montones, por eso a todos nos dejaste un hueco verdadero.

Todo lo hacías sencillo, porque la sencillez fue tu bandera.

Pero lo que realmente me enseñaste y en lo que más has hecho gala de tu nombre es en el amor. No hay vida sin amor, y no me refiero sólo al amor romántico. Al amor que está a nuestro alrededor. Nunca son demasiados los te quieros, los besos, los abrazos porque nunca sabes si esa persona sabe lo importante que es para ti. Demuéstraselo cada día, porque nunca sabes cuándo va a ser el último.

En tu caso por desgracia lo supe, y creo que no me dejé nada por decirte, sólo me arrepiento de todas las cosas que nunca te podré decir.

Eres mi angelito...

Pequeño Abel

Pequeño Abel, han pasado cuatro meses desde esta foto, desde el día en el que con gran esfuerzo viniste a este mundo de locos. Tan pequeñajo y tan renacuajo luchabas por moverte en aquella cuna tan fría a la que te llevaron separado de tu mami. Pero no llorabas, eras fuerte. Y no sabes pequeño cuánto lo vas a necesitar. Tienes por delante el mayor de los retos: crecer. Y aunque la vida de un bebé de cuatro meses parece fácil no lo es. Cada día trae consigo nuevas cosas, nuevos colores, nuevos olores... incluso algo tan tonto como mantener la cabeza erguida para ti es un esfuerzo tremendo. Pero así será cada día, siempre tendrás algo que aprender, que mejorar, porque eso es la vida. El día que lo hayas aprendido todo, visto todo... qué te quedará? Por eso no te rindas nunca ante los retos de la vida, sino acéptalos como un regalo porque son la muestra de que estás vivo y de que tienes toda la vida por delante.

Tú ahora no me entiendes, pero creo que gracias a ti esto que digo lo he aprendido yo.

Desde la otra punta del mundo

Llevo una semana en NY. La otra punta del mundo no, pero casi. Sólo quería dar mi imagen de esta ciudad. Porque aparte del Empire State y la estatua de la libertad (que según un neoyorkino es muy pequeña y no merece tanto la pena) hay cosas más allá.

Es una ciudad de contrastes, en menos de 200m pasas de Tiffany's, que debe ser una de las tiendas más lujosas del mundo, a encontrar un homeless que intenta resguardarse del frío que azota NY estos días con unos cartones. Para muestra de los contrastes una de las fotos que he hecho que más me ha gustado. Arte, iglesia y negocio. En perfecta armonía en esta capital de la globalización.

Por otra parte en la majestuosa NY puedes ver que nadie es lo suficientemente fuerte como para que no le hagan daño. Visitando el WTC te das cuenta de ello, un golpe en el mismo corazón de Goliat. Pero ese golpe no fue solo al gigante, sino que golpeó en todos y cada uno de los neoyorkinos.

En relación con esto recuerdo la particular historia de dolor de los madrileños, http://www.elmundo.es/elmundo/2007/11/02/madrid/1194017664.html

que ahora parece que se desinfla. Quizás sea porque con el fin del juicio todo ha acabado, pero lo ha hecho? Por supuesto que no, y que su recuerdo viva siempre.