Puede que este sea el homenaje que nunca te brindé y que hasta ahora no había hecho por falta de fuerzas, pero aquí en mi habitación, a miles de kms de toda la gente que quiero me he puesto melancólica y te echo tanto de menos.
Te fuiste hace mucho, demasiado tiempo, pero aunque hubiese sido ayer, sería demasiado. No pasa un día en que no necesite hablar contigo, a veces lo hago, pero nunca me contestas. No te lo reprocho, porque si estuviera en tu mano sé que me escucharías como siempre hacías. Y ahora sé que lo haces, pero necesito tanto escuchar una respuesta, escuchar tu voz...
Pero esto intenta ser un homenaje a ti, no un lamento. "Caridad significa amor" y es tan cierto que las estrellas se conjugaron en aquel sombrero. Siempre hiciste honor a tu nombre, y no lo digo yo, ya que mi opinión no es nada objetiva en este caso, sino en el de todos los que te conocieron. Siempre estabas para todo el mundo, siempre eras la última. Por eso tus amigos sinceros se contaban a montones, por eso a todos nos dejaste un hueco verdadero.
Todo lo hacías sencillo, porque la sencillez fue tu bandera.
Pero lo que realmente me enseñaste y en lo que más has hecho gala de tu nombre es en el amor. No hay vida sin amor, y no me refiero sólo al amor romántico. Al amor que está a nuestro alrededor. Nunca son demasiados los te quieros, los besos, los abrazos porque nunca sabes si esa persona sabe lo importante que es para ti. Demuéstraselo cada día, porque nunca sabes cuándo va a ser el último.
En tu caso por desgracia lo supe, y creo que no me dejé nada por decirte, sólo me arrepiento de todas las cosas que nunca te podré decir.
Eres mi angelito...
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