La verdad es que no sé para qué tengo el blog. Entro un día y 20 no. Pero la cosa es que tengo que cogerlo por costumbre, como abrir el messenger o mirar el periódico. La recomendación de mi señorita amiga periodista de tenerlo como página de inicio no está nada mal para estar al día de las informaciones, sobre todo ahora que llevo un tiempo viviendo de espaldas al mundo. Traducción: edificio en mitad de la nada (porque esta ciudad es muy grande pero yo desde aquí sólo veo árboles...) encerrada unas 12 horas al día en una sala llena de gente de todas partes del mundo (Estados Unidos, UK, Filipinas, España... y qué sé yo) sin sentirme plenamente integrada en nada. La gente es maja y acabas haciendo amiguetes, pero sinceramente, por mucho que progrese en mi conocimiento del inglés nunca podré tener a un señor de Utah como confidente. Y entonces me meto al messenger buscando desesperadamente algún amigo de siempre con quien hablar de cosas como el tiempo... pero haya muchas horas de diferencia y todo el mundo está dormido. O simplemente tienen mejores cosas que hacer un jueves noche que estar apagando mi sed de conversación lineal. Todo el día hablando de lo mismo, moviendote en ambientes de estrés, de presión, todo el mundo colagado del teléfono o del la blackberry o de lo que sea. Pcs, cables, teléfonos... todo está muy bien pero cuando es mucho cansa.
A veces me paro a pensar en lo que hace la gente a mi alrededor (no los que trabajan conmigo claro) y me da muchísima envidia. La gente hace cosas artísticas, interesantes, nuevas... o simplemente llevan una vida lineal pero con presión cero. Mi vida tampoco es tan aburrida, si no fuera por este trabajo no creo que hubiese conocido gran parte de los sitios / gente que he conocido... pero no considero un arranque ni una reunión de crisis como la cosa más apasionante que me puede pasar en la vida. Soy un Chandler cualquiera, así me siento. Cuando tus amigos no entienden qué es lo que haces, y cuando realmente no sabes cómo explicárselo. Cuando la gente hace cosas apasionantes cada día, pero tu vida gira entre reuniones y teléfonos. Debería hacer lo que hizo él y dar al traste con todo y empezar a buscar mi sueño? Pero, cuál es mi sueño? Reconoce Sara que nunca pensaste en hacer nada artístico ni emocionante con tu vida. Y piensa que podía haber sido peor si ahora estuvieras en Hacienda... Pero es que soy así de gris? Nunca lo pensé, pero creo que debe ser eso, que soy así. Nadie me ha empujado a esto, he llegado yo solita. Sólo me queda pedir que me pasen a un proyecto qué se yo, de una productora de cine o algo... si es que esa gente tiene SAP, que lo dudo.
Aunque mirándolo desde otra perspectiva, trabajo para la diversión de los demás. Si no fuera por mi (en parte) la gente no se podría tomar cubatas los fines de semana. Apasionante. Bueno, siempre está la parte divertida de explicar a los demás que por mucho que trabajes en una compañía que sólo produce bebidas alcohólicas, no te pasas el día pedo en la oficina. Por lo menos no siempre.
Toda esta parrafada que estoy soltando no viene más que a intentar llenar mi hueco de sábado por la mañana sin nada que hacer pero en una séptima planta de una oficina en Connetticut. Apasionante la vida de Saroni.
